La importancia de llevar el material adecuado para cada actividad.
Eran las 4:30 de la mañana del sábado 22 de junio cuando sonó el despertador. Sin pensarlo, nos levantamos y revisamos las mochilas para asegurarnos de que llevábamos todo lo necesario para afrontar la ruta que habíamos planeado. Esta ruta no era otra que la subida al Aneto desde el refugio de Pescadores, pero a diferencia de muchos otros montañeros, nosotros teníamos pensado acceder al Aneto por el corredor Estasen en lugar de por la clásica subida por el collado de Coronas. Para realizar esta ruta, y debido a que nos habían comentado que los días anteriores había estado nevando y haciendo mucho frío, nos preparamos con botas semirrígidas, crampones, piolet, polainas, casco y ropa de abrigo (entre otras cosas).
Como todos los años por estas fechas, el acceso al Refugio de Pescadores (Vallibierna) estaba cortado al tráfico y la única forma de acceder, aparte de andando o en bici, es utilizando el autobús que habilitan desde Benasque, el cual hace la ruta Benasque-Senarta-Vallibierna. Así que a las 5:15 de la mañana, estábamos en Senarta para unirnos a los montañeros que, al igual que nosotros, iniciaban su ruta en el Refugio de Pescadores.
Sobre las 6 de la mañana, empezamos nuestra ruta en dirección al collado de Coronas, donde justo antes de llegar a este collado, nos teníamos que desviar de la ruta normal para afrontar la subida por el corredor Estasen. Los primeros kilómetros, hasta llegar al glaciar de Coronas, transcurrieron con total normalidad entre riachuelos, hierba y rocas. Una vez llegamos al glaciar y viendo que la nieve estaba muy dura y resbaladiza, no dudamos en parar a ponernos el casco, los crampones y las polainas, además de sustituir uno de los bastones por el piolet, ya que si nos resbalamos, es lo que utilizaríamos para intentar pararnos.
Tras esta parada, y ya bien equipados, proseguimos la marcha. Todo iba muy bien, el tiempo acompañaba, la nieve era dura, lo cual cosa permitía que los crampones se agarrasen bien a ella aunque hubiese algo de hielo… Cuando de repente, a unos metros antes de llegar a nuestro desvío, escuchamos un grito de mujer. Cuál fue nuestra sorpresa cuando al levantar la cabeza vimos cómo una mujer se deslizaba colina abajo. Esta mujer llevaba un piolet, pero a diferencia de nosotros, lo llevaba guardado en la mochila y al intentar frenar con los bastones, que estaba utilizando previamente para ascender, le fue imposible y siguió bajando, golpeándose en la cabeza con unas rocas situadas en el camino. Finalmente, y tras dejar un reguero de sangre, paró en un pequeño llano situado antes de llegar al glaciar de Coronas. En ese momento, todos los que estábamos en la zona nos quedamos helados, por lo que acabábamos de ver. De repente, la mujer empezó a moverse y, en ese preciso momento, reaccionamos bajando de inmediato a socorrerla. Cuando llegamos a ella, una pareja francesa y nosotros, activamos el protocolo PAS (Proteger la zona, Avisar y Socorrer). Tras proteger la zona, mientras el chico francés asistía a la accidentada con el botiquín que le había prestado, avisábamos al 112 para que activara el dispositivo de rescate de la Guardia Civil de montaña. Justo en ese momento, y para nuestra sorpresa, escuchamos un nuevo grito; al levantar la cabeza, vimos cómo caía hacia nosotros, por el mismo lugar que había caído la mujer, un hombre. En esta ocasión el hombre tuvo más “suerte” ya que logró esquivar las rocas y solo se llevó un golpe en las costillas. Cuando llegó a nuestra altura, conseguimos pararlo antes de que golpeara a la mujer a la que estábamos asistiendo. Tras este nuevo accidente y aún en contacto con el 112, informamos de este lo que acababa de ocurrir y continuamos respondiendo a las diferentes preguntas (qué ruta estábamos siguiendo, cuáles eran nuestras coordenadas, si los accidentados estaban conscientes, si estaban desorientados…) necesarias para que el 112 y la Guardia Civil de Montaña pudieran llegar al lugar del accidente a socorrer y evacuar a los dos accidentados. Finalmente, y estando en todo momento en contacto con los responsables del rescate, llegó el helicóptero de la guardia civil con un equipo de sanitarios. A continuación, tras estabilizar a los heridos, evacuaron a los dos accidentados y de esta forma todo quedó en un susto y no tuvimos que lamentar, ni vivir, la perdida de ninguna de las personas que allí se encontraban.
Finalmente, y una vez evacuados los accidentados, proseguimos la ascensión al Aneto, pero por la vía clásica en lugar de por el corredor, ya que tras vivir esa experiencia se nos quedó muy mal cuerpo y preferimos no arriesgar.
Estos han sido dos de los doce accidentes a los que ha tenido que asistir este fin de semana (22/06-23/06) la Guardia Civil de Montaña. Estos accidentes, al igual que muchos otros, hubiesen sido fácilmente evitables llevando el material adecuado. La mujer estaba subiendo con unas botas de senderismo normales, las cuales no permiten llevar crampones, y sin casco. El hombre iba con unas deportivas de Trail, sin crampones, sin casco y sin piolet. Si ambos hubiesen llevado unas botas que permitieran llevar crampones (botas semirrígidas o botas rígidas) y los crampones correspondientes, muy posiblemente no habrían sufrido estos accidentes. Además, si hubiesen llevado puesto el casco, el accidente no habría sido tan grave ya que el casco habría protegido la cabeza de la mujer cuando se golpeó contra las rocas.