Trail Valle de Samuño

Carreras recomendadas Crónica

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El Trail Valle de Samuño no es una carrera cualquiera, es una carrera donde cuidan al corredor como en ninguna. Espectacular organización, buena bolsa del corredor, información continua en redes, voluntarios por doquier, buenos avituallamientos… Pero lo mejor de esta carrera es el final, el último km por el socavón Emilia, sí, por dentro de la mina, y sus 200 escalones para salir a meta justo por el Pozo de San Luis, uno de los iconos de la minería asturiana.  

La carrera consta de dos distancias, una corta de 13k con 700D+ que se celebra el sábado por la tarde y una larga de 22k con 1500D+ el domingo por la mañana, y la modalidad combinada que consiste en hacer las dos carreras, con tan solo unas 12 horas de descanso entre ambas. En ambos casos el final es el mismo, último km por la mina y las escaleras. 

Hace dos años fue mi primera participación en este Trail, en la versión larga, y simplemente me enamoré. Nunca había sentido tanta dedicación y cariño en la organización de una carrera. Y eso se demuestra en que cada vez viene más gente de fuera y los dorsales duran menos, este año tan solo un par de días. El año pasado participé en la combinada, con buen tiempo y terreno el sábado, pero con mucho barro el domingo debido a la lluvia que cayó por la noche, y que implicó que tan solo nos libráramos del barro en la salida por carretera y en el último km por la mina. Sin embargo, este año el tiempo ha sido espectacular, con el terreno en perfectas condiciones y pudiendo disfrutar de las vistas que son realmente espectaculares. Gracias a eso, he ganado casi media hora al crono y ha sido el año que más he disfrutado. 

   Saliendo de la Mina

La carrera siempre empieza con un audio en la salida en el que habla el Pozo de San Luis contando la dureza de los años en los que la mina estaba en funcionamiento y acabando por el rescate del pozo como Ecomuseo y posteriormente como icono de la carrera.
Pelos como escarpias.
Para mí la primera parte de la carrera es la más dura, una subida casi continua hasta al Picu Cogollu, punto más alto de la carrera, que se corona tras el temido “Repechín”. A continuación, un impresionante cresteo de praderas, donde si como este año está despejado las vistas son realmente espectaculares. Tras un descenso muy disfrutón para correr se empieza a subir al Picu Rondiz, al que se llega tras atravesar la Cresta de los Fugaos, un precioso camino por bosque donde parece que te va a salir un “Trasgu” en cualquier momento y que tal y como nos contó un voluntario recibe el nombre por ser un camino de fuga en la Guerra Civil. Desde el Rondiz ya todo para abajo, culminando la carrera con “La Jaula”, última bajada muy empinada por bosque donde hay incluso cuerdas que se agradecen para los que somos un poco torpes bajando y que termina en la entrada al socavón, último km, por las vías de la mina. Y cuando ya crees que está todo hecho, las escaleras a meta, por las que según vas subiendo se empieza a oír al “Gamberro del micro”, el speaker de la carrera, y de nuevo la luz, ¡¡¡y por fin, la meta!!! 

   Vistas de la cuenca desde el Picu Rondiz 

En resumen, la mejor palabra que he encontrado para definir esta carrera es… BRUTAL. Y mucho cuidado con ir algún año, porque repetirás. 

Mas información de esta carrera AQUÍ

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